¿Por qué engordan las harinas refinadas?

Lo que primero deberíamos saber es ¿qué son las harinas refinadas?

Las harinas refinadas son productos derivados de granos, como el trigo, donde se han eliminado el salvado y el germen, partes ricas en nutrientes y fibra. 

Por lo tanto las harinas refinadas pueden ser perjudiciales para la salud debido a varios factores. Vamos a ver algunos de ellos:

Pérdida de nutrientes esenciales:

Durante el proceso de refinamiento de los granos para producir harina blanca, se eliminan muchas partes del grano, incluyendo el salvado y el germen, que son ricos en nutrientes como vitaminas, minerales y fibra. Esto significa que la harina refinada carece de muchos de los nutrientes esenciales que se encuentran en la harina integral.

Índice glucémico alto:

Las harinas refinadas tienen un alto índice glucémico, lo que significa que provocan aumentos rápidos en los niveles de azúcar en la sangre después de su consumo. Esto puede llevar a picos de energía seguidos de caídas bruscas, lo que puede contribuir a la sensación de fatiga y aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Falta de fibra:

La fibra dietética es esencial para la salud digestiva y ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre estables. Las harinas refinadas carecen de fibra, lo que puede provocar problemas de estreñimiento y no proporcionar una sensación de saciedad duradera, lo que puede llevar a comer en exceso.

Aumento de peso:

El consumo excesivo de harinas refinadas, especialmente cuando se encuentra en productos altos en calorías como pasteles, galletas y pan blanco, puede contribuir al aumento de peso. La falta de fibra y la rápida absorción de azúcar en sangre pueden promover la acumulación de grasa corporal.

Inflamación:

Algunos estudios sugieren que una dieta alta en harinas refinadas y azúcares puede contribuir a la inflamación crónica en el cuerpo, lo que a su vez se asocia con una variedad de problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, artritis y otras condiciones inflamatorias.

Problemas digestivos:

En algunas personas, el consumo excesivo de harinas refinadas puede causar molestias digestivas, como hinchazón, gases y malestar estomacal.

Para mantener una alimentación más saludable, es recomendable optar por harinas integrales en lugar de harinas refinadas siempre que sea posible. Las harinas integrales conservan la mayor parte de los nutrientes y la fibra del grano original, lo que las hace una opción más nutritiva y beneficiosa para la salud en general. Además, es importante llevar una dieta equilibrada y variada, y limitar el consumo de alimentos altos en harinas refinadas y azúcares procesados para mantener una buena salud a largo plazo.